Semana 1 | Día 2 | Sin Lista

Mandamiento:

Cuidado con los fariseos: no hagan lo que hacen los fariseos. - Mateo 23:1-4

Leer:

Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud. Gálatas 5:1 (NVI)

Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor. Gálatas 5:13 (NVI)

Reflejar:

La próxima semana, nuestra hija mayor y su familia nos visitarán desde otro estado. Estamos planeando una reunión familiar grande. Ya he comenzado a hacer listas de cosas que deben hacerse antes de que lleguen. Cuando tacho cada cosa terminada, me siento satisfecha con lo que he logrado.

Como alguien que hace listas, es fácil para mí hacer una lista mental de las cosas que debo hacer para ser una "buena" seguidora de Jesús. Leer mi Biblia. Tachado. Orar. Tachado. Servir. Tachado. La lista es interminable y puedo convertirme fácilmente en una esclava de ella. También es fácil para mí sentirme culpable cuando no tacho cosas de mi lista. Dios quiere mucho más para mí.

Jesús sacrificó su vida para que yo pudiera vivir en libertad. Su camino no es un conjunto de reglas o una lista moral. En "Lecciones de Vida de Gálatas: Libre en Cristo", Max Lucado escribe: "Oh, has hecho algunas cosas buenas en tu vida. Pero no has hecho suficientes buenas obras como para ir al cielo, independientemente de tu sacrificio. No importa cuán nobles sean tus dones, no son suficientes para llevarte al cielo... sin Cristo, no eres santo. Entonces, ¿cómo puedes ir al cielo? Solo cree. Acepta el trabajo ya hecho, el trabajo de Jesús en la cruz".

Cuando centramos nuestra fe en una lista de reglas, pasamos por alto el sacrificio que Jesús hizo en la cruz. Nos convertimos en algo parecido a los fariseos que seguían reglas. En cambio, Cristo nos llama a creer, aceptar su gracia y enfocarnos en vivir una vida de amor, libre de cualquier lista. No podemos ganarnos su amor. El Señor ya nos ama. Él nos extiende su gracia y nos proporciona el Espíritu Santo para guiarnos. ¡Este es el camino de la libertad!

Reaccionar:

¿Estás tratando de ganarte el amor de Dios a través de lo que haces? Ya eres amado por Él más de lo que puedes comprender. Acepta su amor y gracia, sabiendo que Él ya ha pagado el precio por tu libertad. ¡Somos verdaderamente libres!

Orar:

Perdóname, Jesús, cuando convierto mi vida en un conjunto de reglas en lugar de vivir en la gracia y libertad que quieres para mí. Ayúdame, en cambio, a vivir una vida de amor mientras te sirvo a ti y a las personas que me rodean.