Semana 2 | Día 4 | Pidan, busquen, llamen

Mandamiento:

Pidan; busquen, y llamen. Mateo 7:7-12 (NVI)

Leer:

¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? 10 ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente? Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan! Mateo 7:7-11 (NVI)

Reflejar:

Desde que nacieron, he orado persistentemente por mis hijos: “Jesús, por favor, acerca a mis hijos tanto que su fe y amor por ti sean aún más grandes que la mía”. A veces, parecía como si Dios estuviera respondiendo mi oración. Otras veces, cuando en la adolescencia mis hijos experimentaron dificultades como la promiscuidad, la adicción, una sobredosis de drogas y un intento de suicidio, me preguntaba si Dios me escuchaba llamar a la puerta. Pero seguí orando.

Este mes, una de mis hijas adultas me llamó para decirme que su familia había encontrado su nueva iglesia a donde asistir. Estaba emocionada de compartir todo al respecto. Ahora veo que fue la trayectoria dura lo que realmente llevó a mis hijos a lo que mi corazón anhelaba. Dios lo supo todo el tiempo. Él me escuchó.

Mi nieto de 7 años me dijo recientemente: "¡Me encanta hablar de Jesús, abuela!" Luego, ayer, mi hija me envió una grabación secreta de su hija de 4 años cantando “God of Wonders” a todo pulmón. La respuesta de Dios fue más grande y mejor de lo que imaginé, ya que se extendió a la siguiente generación.

Pide, busca, llama. Repítelo. Dios te escucha.

Reaccionar:

Pídele a Dios los anhelos más profundos de tu corazón. Búscalo y confía en su fidelidad y en sus planes para ti. Sigue llamando. Él te escucha.

Orar:

Gracias Abba Padre por tus buenos regalos y tu tiempo perfecto. Ayúdame a tener fe y a confiar en ti cuando la espera sea difícil. Deseo lo que tú quieres para mí según tu plan. Confío en tu sabiduría y tiempo.