Semana 7 | Día 5 | La música es un lenguaje de amor

Mandamiento:

Porque tuyo es el Reino, el poder y la gloria. Mateo 6:13b (NVI)

Leer:

Que el mensaje de Cristo more ricamente entre vosotros, enseñándonos y amonestándonos unos a otros con toda sabiduría por medio de salmos, himnos y cánticos del Espíritu, cantando a Dios con gratitud en vuestros corazones. Colosenses 3:16 (NVI)

Reflejar:

La música ha sido parte de mi fe la mayor parte de mi vida. Los salmos de crecimiento tocados a través de los órganos o los himnos cantados por un coro que más tarde se transformó en música contemporánea con el bajo del tambor se pueden sentir a través de los subwoofers. Cada uno completamente diferente pero cada uno enfocado en una cosa… Adorando al Señor.

Es curioso cómo la música puede tocar las almas más profundas de nuestro ser dependiendo del estilo adecuado. Cada uno de nosotros tenemos diferentes preferencias. Pero cuando las palabras, la música, el momento en que nos sometemos a alabar a nuestro Dios, estamos conectados. No puedes evitar levantar las manos, derramar lágrimas de alegría porque en estos momentos íntimos de adoración estamos alabando a Dios por su gloria e invitándolo a ser parte de nuestras vidas continuamente. Es una experiencia íntima que verdaderamente nos recuerda cuán grande es nuestro Dios.

Reaccionar:

¿Has descubierto el tipo de música de adoración con la que te sientes más conectado con Dios? Toma un momento cada día para escucharlo y conectarte con Él, reflexionar sobre Su grandeza y alabarlo por lo que ha hecho en tu vida.  

Orar:

Señor, gracias por el regalo de la música y las canciones que te honran. Oro para hacer una pausa cada día para conectarme contigo y alabarte.