Semana 6 | Día 4 | Señales de Dirección

Mandamiento:

Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil. Mateo 26:41 (NVI)

Leer:

Las tentaciones que enfrentan en su vida no son distintas de las que otros atraviesan. Y Dios es fiel; no permitirá que la tentación sea mayor de lo que puedan soportar. Cuando sean tentados, él les mostrará una salida, para que puedan resistir. 1 Corintios 10:13 (NTV)

Reflejar:

Recientemente, mi hijo adolescente obtuvo su permiso de manejar. Mientras él estudiaba, me encontré hojeando su librito y noté una sección sobre las diferentes señales de tránsito. Cuando él era pasajero, realmente no prestaba atención a las diferentes señales que encontrábamos en nuestros caminos, aunque siempre han estado presente. Esas mismas señales a las que antes no les prestaba atención han adquirido un nuevo nivel de importancia. Ahora pueden determinar drásticamente hacia dónde va y cómo llegar allí. Dios es el autor y perfeccionador de nuestras vidas. Él nos da un camino libre para decidir la dirección que elegimos tomar. A veces pensamos que nuestro camino es mejor, solo para descubrir de la peor manera que no lo era. Las circunstancias de la vida y la voz suave y apacible de Dios son señales metafóricas que nos indican cuándo no hay retorno, cuándo parar, disminuir la velocidad, proceder con precaución, o que estamos llegando a un callejón sin salida. La pregunta sigue siendo: ¿estamos realmente prestando atención? El camino de la vida no es recto ni el más rápido, pero Dios te guía hacia tu destino, conociendo las condiciones que te esperan. Sea cual sea el desafío al que te enfrentes hoy, ya sea relacionado con un miedo en particular, tu salud, finanzas, una relación distante, o una adicción, confía en que Dios abrirá un camino para que puedas superarlo. Ora sin cesar y observa cómo Dios actúa.

Reaccionar:

¿Qué señales te ha estado dando Dios de que algo necesita cambiar en tu vida? Pídele a Dios en una oración que te dirija en el área específica de tu vida que lo necesites.

Orar:

Gracias, Señor, por ser mi guía y por protegerme de los peligros que veo y que no veo. Señor, aumenta mis sentidos para oír tu voz, ver tu mano y sentir tu presencia obrando en mi vida. Te pido que me des un corazón receptivo y sensible a la guía de tu Espíritu Santo. El día de hoy: que se haga tu voluntad en mi vida.