Semana 1 | Día 1 | Perspectiva

Mandamiento:

Vendan sus bienes y den a los pobres. Provéanse de bolsas que no se desgasten; acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no hay ladrón que aceche ni polilla que destruya. Lucas 12:33 (NVI)

Leer:

No se inquieten por lo que van a comer o lo que van a beber. No se preocupen por esas cosas. Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos en todo el mundo, pero su Padre ya conoce sus necesidades. Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás, y él les dará todo lo que necesiten. Así que no se preocupe, pequeño rebaño. Pues al Padre le da mucha felicidad entregarles el reino. Lucas 12:29-32 (NTV)

Reflejar:

Hace muchos años; cuando consideraba el diezmo, la misma pregunta se me venía a la mente: "¿Cuánto? Sabía que el diez por ciento era el estándar en Deuteronomio 14:27, pero yo era una madre soltera viviendo de cheque a cheque y luchando contra el cáncer. Vivía con una pensión por mi discapacidad y manutención de mis hijos. ¿Cuánto querría Dios que diera? Con el tiempo, pensé en lo agradecida que estaba por tener ambos apoyos financieros. Decidí dar el diez por ciento de ambos como un acto de obediencia, agradecimiento y confianza.

Dios cambió para siempre mi corazón con esa decisión. Abrió mis ojos a su generosidad y sus bendiciones en cualquier temporada en la que me encuentre. Cuando doy, me siento rica y reconozco que Dios ha derramado su presencia, poder y amor en mi vida. Él es bueno y fiel. Siempre provee. Todo lo que tengo es de él, y darle de vuelta es mi forma de reconocerlo y adorarlo. Haber tenido mis ojos abiertos a su generosidad ha creado en mí un corazón generoso.

Reaccionar:

¿Cómo puedes vivir generosamente al dar tu tiempo y tesoro a Dios?

Orar:

Señor Jesús, gracias por rodearme con tu presencia que provee toda la fuerza y paz que necesito en cada circunstancia. Por favor, abre mis ojos para ver tus bendiciones y abre mi corazón para que pueda ser generoso al darte de vuelta.