Semana 2 | Día 5 | Identidad Equivocada

Mandamiento:

Honra Tu Matrimonio

Leer:

Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo. Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor. Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y Salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo. Así como la iglesia se somete a Cristo, también las esposas deben someterse a sus esposos en todo. Efesios 5:21-24 (NVI)

Reflejar:

Durante años pensé que ser sumisa a mi ex-marido significaba permanecer callada y obediente. La cultura me decía que calladita me veía más bonita. Pero estar sujeta a él no significaba eso en absoluto. Permitirme ser amada y cuidada por Jesús me reveló mi verdadera identidad. Le importo a Dios y mi obediencia a él surge del principio del amor, no de una exigencia extrema ni severa.

En mi nuevo matrimonio, la obediencia mutua hacia Dios y hacia el uno al otro me ha permitido unirme a la persona que amo. No solo con mi esposo, sino con Jesús mismo. La sumisión mutua trae honor a Dios, libertad en él y verdadera alegría. Y esas son las cosas que me hacen hermosa.

Reaccionar:

¿Dónde no te sientes amado, querido o sujeto a demandas extremas? Ese no es el camino de Jesús. Encontrar tu identidad en Cristo y descansar en la verdad de su amor por ti te lleva a la gratitud, que a la vez te lleva a la entrega de tu vida a Jesus y eso te lleva a una libertad abundante.

Orar:

Señor, gracias por ser mi salvador. Gracias por tu amor hacia mí. Cuando comprendo quién soy en ti y cuánto te preocupas por mí, me resulta más fácil someterme a tu voluntad. Amén.