Semana 2 | Día 5 | Caminando en la luz

Mandamiento:

"Pero si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado." 1 Juan 1:7 (NVI)

Leer:

"Pero si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado." 1 Juan 1:7 (NVI)

Reflejar:

Caminar en la luz ha sido una trayectoria transformadora en mi propia vida. Recuerdo un momento en el que me sentí perdido en la oscuridad de la duda y la confusión. Fue durante un período de intensa presión académica mientras cursaba mi licenciatura. El peso de las tareas, los exámenes y las expectativas que me puse a mí mismo ensombrecían mi fe. En esos momentos, sentí como si estuviera tropezándome a través de un túnel completamente oscuro, buscando desesperadamente un rayo de esperanza.

Sin embargo, fue precisamente durante este momento difícil que encontré la verdad iluminadora de 1 Juan 1:7. Se hizo evidente que caminar en la luz significa abrazar la guianza y la sabiduría de Dios en cada aspecto de mi vida, aún en medio de actividades académicas. Cuando comencé a darle prioridad a mi fe y mi relación con Dios, su luz comenzó a atravesar la oscuridad. Encontré fuerza en la oración, consuelo en su Palabra y, lo más importante, un renovado sentido de propósito.

Reaccionar:

Al reflexionar sobre tu trayectoria y el concepto de caminar en la luz, ¿podrías considerar las siguientes preguntas para tu propia vida?

  1. Priorizar tu fe: ¿Cómo puedes darle prioridad a tu fe y tu relación con Dios en tus rutinas diarias, especialmente durante tiempos difíciles?

  2. Compañerismo y comunidad: Reflexiona sobre la importancia del compañerismo con otros creyentes. ¿Hay maneras en que puedas profundizar tus relaciones con tus compañeros de viaje en esta trayectoria de fe?

  3. Compartir la luz: ¿Cómo puedes convertirte en un faro de la luz de Dios para quienes te rodean? Piensa en cómo puedes compartir la calidez y claridad de Su presencia con los demás en tus interacciones diarias.

Orar:

Padre Celestial, estamos agradecidos por la luz que brindas a nuestras vidas. Ayúdanos, Señor, a caminar en tu luz cada día. Guíanos a través de los desafíos de este mundo, para que podamos encontrar comunión unos con otros y experimentar el poder limpiador de tu Hijo, Jesucristo. Que seamos faros de tu luz, compartiéndola con quienes nos rodean. En tu nombre oramos. Amén.