Semana 1 | Día 5 |Canal de Divina Compasión

Mandamiento:

“Así es, ahora ve y haz lo mismo.” Lucas 10:25-37 (NTV)

Leer:

“Y vivan amando a los demás, siguiendo el ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros en sacrificio, como ofrenda de perfume agradable a Dios”. Efesios 5:2 (NBV)

Reflejar:

La vida a veces tiene la tendencia de ponernos cargas sobre nuestros hombros hasta que nos encontramos tambaleándonos bajo el peso. En estos momentos, un simple acto de bondad, un gesto de compasión humana puede ser como una luz que atraviesa las nubes oscuras, recordándonos la bondad innata que existe en todos nosotros.

Recuerdo el día que estaba en el aeropuerto, con las manos llenas, tratando de cargar tanto el equipaje como un bebé de cinco meses. Estaba tratando de correr hacia la puerta, cuando mi hijo vomitó sobre mí y en el suelo. Estaba extremadamente agobiada. Después, un desconocido que tuvo compasión vio mi situación y vino a ayudarme a limpiarme, a cargar parte del equipaje, y de a llevar a mi hijo y a mí a la puerta de embarque de nuestro vuelo. Este desconocido vio mi lucha, intervino para aliviar mi carga sin esperar nada a cambio.

Esta es la misma esencia de la compasión que Jesús exhibió durante su tiempo en la tierra: una empatía sin límites y una disposición para actuar, apoyar y elevar.

Como seguidores de Cristo, estamos llamados a encarnar este mismo espíritu de compasión, a andar en el camino del amor, como lo hizo Cristo. Mi propio camino ya ha tenido momentos de esta divina compasión: en la forma en que trato conscientemente de ser más consciente de los que me rodean, ofreciendo una sonrisa amable, una mano amigable o una comida a alguien que lo necesita.

Sin embargo, el camino de cultivar compasión es continuo. Puede haber momentos en los que desee poder hacer más, ser más. Es en estos momentos, debemos recordar que Dios mira nuestros corazones, nuestras intenciones y nuestra disposición para crecer.

Reaccionar:

Esta semana, busca intencionalmente oportunidades para mostrar compasión en tus interacciones diarias. Esto puede incluir escuchar a un amigo, abrir puertas para otros, o compartir una comida con alguien que lo necesita. Recuerda, es el corazón detrás de la acción lo que realmente cuenta.

Orar:

Querido Señor, ayúdanos a caminar en los pasos de Jesús, a abrazar una vida llena de amor y compasión. Guíanos para no solo ver las necesidades de los demás, sino para intervenir y ser Tus manos y pies en este mundo. En el nombre de Jesús, oramos, Amén.