Semana 3 | Día 2 | ¡Tablones, Desaparezcan!

Mandamiento:

“No juzguen a los demás, y no serán juzgados.” Mateo 7:1 (NTV)

Leer:

“No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan.” Efesios 4:29 (NTV)

Reflejar:

En esta era de las redes sociales y la creciente división, es sencillo caer en el hábito de juzgar a los demás. Sin embargo, recordamos que sólo Dios es el Juez justo. Se nos insta a no juzgar a aquellos que están fuera de la iglesia y a actuar con sabiduría al tratar asuntos de juicio dentro de la iglesia. En estos casos, el objetivo es la redención y la restauración. A pesar de conocer estas enseñanzas, los cristianos a veces sucumbimos a la tentación de juzgar a los demás.

Recientemente, me di cuenta de esta tendencia en mí misma. Una amiga a la que admiro comenzó a desahogarse y a juzgar injustamente a otras personas. Criticó que eran egoístas porque no estaban sirviendo donde ella pensaba que deberían. Yo creía que este juicio era injusto, pero caí en la trampa de juzgarla a ella también. En lugar de brindar una corrección llena de gracia por su comportamiento y defender a los acusados, simplemente juzgué. No estaba siendo útil ni intentando edificarla. Tenía una viga en mi propio ojo que necesitaba remover. Afortunadamente, Dios me convenció y me ayudó a arrepentirme.

Los dones de la Palabra de Dios y el Espíritu ofrecen el conocimiento y el poder para transformar nuestros juicios críticos en corazones llenos de gracia.

Reaccionar:

Reflexiona en Efesios 4:29-32 y ora para que Dios transforme tu corazón y tus reacciones hacia los demás.

Orar:

Señor, reconocemos que solo Tú eres el Juez justo. Inspírame a ser de ayuda y a animar a los demás, mientras me esfuerzo por evitar juzgar de manera injusta y quitar mis propios errores.