Semana 2 | Día 5 | Esperando en Dios: Venciendo la impaciencia a través de la confianza y la entrega

Mandamiento:

“Han oído la ley que dice que el castigo debe ser acorde a la gravedad del daño: “Ojo por ojo, y diente por diente” Pero yo digo: no resistas a la persona mala. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, ofrécele también la otra mejilla.” Mateo 5:38-39 (NVI)

Leer:

“El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan.” 2 Pedro 3:9 (NVI)

Reflejar:

En nuestras vidas ocupadas, es fácil caer en la trampa de la impaciencia. Sin embargo, la impaciencia puede conducir al pecado ya la desobediencia a la voluntad de Dios. 2 Pedro 3:9 nos recuerda que el tiempo de Dios no es el nuestro, y debemos tener paciencia y confiar en él mientras esperamos que se cumplan sus promesas.

La impaciencia puede hacer que tomemos decisiones apresuradas que no están de acuerdo con la voluntad de Dios. También puede llevar a la frustración y a dudar de la fidelidad de Dios, causando desobediencia. Cuando sentimos que otros nos han hecho daño, esto puede hacer que queramos reaccionar de la misma manera. Dios quiere que ejercitemos paciencia en estos momentos. Si tardamos en reaccionar, podemos confiar en que Dios tiene un plan, incluso para aquellos que nos han hecho mal.

Mientras esperamos que se cumplan sus promesas, debemos orar pidiendo guianza y fortaleza. Debemos examinar nuestro corazón y arrepentirnos de cualquier impaciencia que pueda estar obstaculizando nuestra relación con Dios. Al rendir nuestra voluntad a su plan divino, podemos esperar pacientemente y confiar en que su tiempo es perfecto. Al hacerlo, podemos vencer el pecado de la impaciencia y crecer en nuestra fe.

Reaccionar:

¿Cómo ha afectado la impaciencia tu relación con Dios y con los demás en el pasado? ¿Qué pasos puedes tomar para practicar la paciencia y confiar en el tiempo de Dios en tu situación actual?

Orar:

Querido Dios, ayúdanos a ejercitar la paciencia y a confiar en tu tiempo perfecto. Perdónanos por las veces que hemos sido impacientes y tomamos decisiones precipitadas que llevan a la desobediencia. Danos fuerza y guianza mientras esperamos que se cumplan tus promesas. Ayúdanos a someter nuestra voluntad a tu plan divino y crecer en nuestra fe. Gracias por ser fiel a tus promesas. En el nombre de Jesús, oramos, Amén.